Albistea

• Estramonio y sentido común

  2011-09-08
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  El reciente fallecimiento de dos jóvenes en Getafe, al parecer como consecuencia de la ingesta de estramonio, ha puesto a esta planta,
  

  que crece de manera silvestre con relativa facilidad, en el punto de mira de la opinión pública y también de la policía, que en algunos lugares se ha dedicado a arrancar cientos de ejemplares.

  Que existan en la naturaleza especies potencialmente peligrosas para el ser humano no quiere decir que haya que combatirlas por principio. Del mismo modo en que apenas hay año en que la amanita phalloides no cause algo más que un disgusto y, sin embargo, no por eso se pone a la policía a rastrear y eliminar los ejemplares de esta seta que pueda hallar en el monte, tampoco debería encargársele hacer desaparecer de forma masiva el estramonio que crece de forma silvestre.

  Por otra parte, no hay que perder de vista que esta planta, como otras muchas de nuestro entorno, es tan potencialmente tóxica como potencialmente medicinal, según se emplee. De hecho, la denominación en euskara que tiene entre nosotros, asma-belarra, es suficientemente elocuente sobre los fines con los que ha sido utilizada tradicionalmente en la medicina popular.

  Que una tragedia como la de Getafe genere alarma social es comprensible, pero desde Eguzki consideramos que  las autoridades no deberían contribuir a alimentarla, sucumbiendo a la tentación de aparentar firmeza y eficacia a través de operaciones que sería muy poco razonable que empezasen a ponerse de moda. Nadie dice que sea fácil, pero aquí lo que hace falta es pedagogía y sentido común.

   

                                                        Eguzki

  
  

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