El 3 de julio se detectó un vertido de aceite en el Artibai. Algunos vecinos lo denunciaron. Eguzki anima a seguir denunciando estos atentados contra el medio ambiente y también contra la salud de las personas, especialmente en estas fechas estivales en que las playas están muy concurridas.

Loretopea. Fuente de la foto: diariovasco.com

Los análisis de las muestras de agua recogidas ayer en Loretopea evidencian que la contaminación detectada estos días, que obligó a colocar la bandera roja, ha desaparecido y, ahora sí, la concejala Ane Oyarbide emite una nota para anunciarnos que la calidad vuelve a ser “excelente” y el baño es “totalmente seguro”.

Pues nos alegramos mucho, cómo no, pero seguimos pensando que el Ayuntamiento tiene problemas para comunicar a la ciudadanía los episodios de contaminación en las playas con celeridad y eficacia. Lo mismo que saca una nota ahora, a toro pasado, para decir que el baño es “totalmente seguro”, podía haberla sacado el lunes, para decir que, ojo, el baño no era “totalmente seguro”. Pero no, solo se ha sentido en la necesidad de decir algo después de que ayer se produjese un cierto revuelto (*).

Sirva como ejemplo de que el Ayuntamiento, por acción u omisión, sigue teniendo problemas para comunicar a la ciudadanía los episodios de contaminación que la web municipal, cuatro días después, no se ha dado por enterada de que se ha producido un episodio de contaminación y todavía hoy sigue ofreciéndonos los resultados de los análisis… de la semana pasada (**).

Vale, que no hay que magnificar la importancia de estos episodios puntuales de contaminación (aunque, ojo, una bandera roja por este motivo dos días seguidos no es una anécdota), pero tampoco vamos a permitir que se minimicen. Y, a nuestro juicio, eso es lo que pretende la concejala cuando dice que la bandera roja “se debió a un episodio puntual al superarse ligeramente el límite de uno de los parámetros que establecen la calidad del agua”. Pues no, señora. Si hubiese habido un poco de contaminación, la calidad no hubiese sido excelente, pero hubiese sido buena. Si hubiese habido un poco más, habría sido solo suficiente y, en ese caso, quizá, se habría puesto la bandera amarilla y el baño habría pasado de ser libre a recomendarse con precaución, es decir, diez o quince minutos a lo sumo seguidos de la correspondiente ducha. Pero es que había más contaminación, tanta como para tener que poner la bandera roja y pasar a baño no recomendado o, en euskera, simplemente, “ez bainatu”. Luego de “ligeramente”, nada.

La concejala no podrá quejarse luego de que haya quien sospeche que, mientras desde el Ayuntamiento proliferan las notas y declaraciones sobre asuntos “playeros” como, por ejemplo, el de las piedras de Ondarreta, que no afecta para nada a la salud pública, intenta, en sentido contrario, que un asunto como este de la contaminación, que sí afecta a la salud pública, pase lo más desapercibido posible.

El Ayuntamiento tiene la obligación de informar con naturalidad y exhaustividad a la ciudadanía, para que esta sepa a qué atenerse en un asunto que puede afectar a su salud.

Eguzki, 12 de julio de 2018

(*) Revuelo con el que algo tendría que ver la nota de Eguzki, claro:

http://eguzki.org/es/2018/07/11/donostiako-udalak-arazoak-izaten-jarraitzen-du-herritarroi-hondartzetako-kutsaduraren-berri-emateko/

(**) Esta información la hemos publicado pasadas las 6 de la tarde. Después, a ultimísima hora, ha habido un cambio en la web. Han desaparecido los resultados de los análisis de las playas de la semana pasada y en su lugar han puesto el resultado del último análisis de Loretopea: excelente. Solo ese, no hay información sobre el resto de playas. Suponemos que mañana la completarán. En todo caso, poco fundamento.

Esta es la bandera roja que han colocado. No hay más información.

Los socorristas han levantado esta mañana la bandera roja en Loretopea. Pocos usuarios se habrán enterado de que la razón de que lo hayan hecho ha sido que en los últimos análisis se ha detectado una importante contaminación de origen fecal, tanto como para que en el boletín que ha difundido al mediodía la Sección Municipal de Salud Ambiental se señale “baño no recomendado” o, más contundente en la versión en euskara, “ez bainatu”. De hecho, había muchas personas bañándose con naturalidad, quizá porque han pensado que la bandera estaría relacionada con las posibles malas condiciones de la mar y, a simple vista, no les ha parecido que hubiera motivo para ello. Tampoco nadie les ha advertido de que el peligro era “de otra naturaleza”.

También en la zona del Tenis se ha detectado contaminación fecal, lo que ha hecho que la calificación del agua de baño baje de “excelente” a “suficiente”, aunque el baño sigue siendo libre.

Esto confirma dos cosas:

1. En la bahía sigue habiendo focos de contaminación incontrolados.
2. El Ayuntamiento sigue teniendo problemas para comunicar a la ciudadanía los episodios de contaminación en las playas con la debida celeridad y eficacia, incluso cuando son tan graves como el de hoy: una bandera roja por contaminación es más que una anécdota.

Empecemos por el segundo punto. Fíjense que las muestras de agua se tomaron el lunes y los análisis dieron positivo. Ayer martes se repitieron y volvieron a dar positivo. Y es hoy miércoles cuando por primera vez se levanta la bandera roja, y además así, sin ningún otro tipo de información adicional. De hecho, en el momento de publicar estas líneas (son ya las 5 de la tarde pasadas), en la web municipal siguen apareciendo los resultados de los análisis de la semana pasada, que dan una calificación tanto para Loretopea como para el Tenis de “excelente” y, por tanto, se sigue publicitando el baño “libre”. Es decir, el Ayuntamiento sigue teniendo problemas para informar con la debida celeridad y eficacia sobre estos episodios de contaminación en las playas. Que no se trata de magnificar la importancia de unos episodios que, efectivamente, son puntuales (aunque, insistimos, una bandera roja por contaminación debería ser tomada como algo más que una anécdota), sino de informar con tanta naturalidad como exhaustividad a la ciudadanía, para que esta sepa a qué atenerse. Entre otras cosas, porque la ciudadanía tiene derecho a esa información, que puede afectar a su salud.

En cuanto a la existencia en la bahía de algún foco de contaminación incontrolado es un hecho que el Ayuntamiento, afortunadamente, ya no discute, como discutía todavía hasta hace poco. En ese sentido, no nos cuesta nada reconocer que desde el año pasado se están haciendo intentos por identificarlo, esfuerzos que hasta el momento no han dado resultado.

Eguzki, 11 de julio de 2018

El epílogo de esta información puedes verlos en:

http://eguzki.org/es/2018/07/12/kutsadura-kontxatik-desagertu-da-baina-alor-honetan-udalak-dituen-informazio-gabeziek-hor-jarraitzen-dute/

El estado ecológico de la regata Mijoa de Mutriku, que desemboca en la playa de Saturraran, sigue siendo “malo” y todos los indicadores biológicos estudiados incumplen “gravemente” el objetivo señalado para este cauce, objetivo que no es otro que el de “buen estado ecológico”. Este es el diagnóstico que puede leerse en el informe anual sobre el estado biológico de los ríos de la CAV que la agencia Ura acaba de publicar (*).

¿Y cuál es la razón? Eso también lo dice bien claro el informe: la existencia de “una situación de fuerte contaminación”. Contaminación, para más señas, fundamentalmente orgánica. Es decir, el problema es que faltan las obras más básicas de saneamiento.

Los vertidos en Mijoa son continuos.

En este sentido, Eguzki no se va a cansar de repetir que el saneamiento de esta regata figuraba ya en el Acuerdo Marco interinstitucional para la construcción de infraestructuras hidráulicas en Gipuzkoa en el periodo 2007-2011, pero el Gobierno Vasco, que es a quien corresponde correr con la mayor parte de la financiación, no lo ha ejecutado. El nuevo Plan Hidrológico (2016) vuelve a incluirlo en el Programa de Medidas, ahora para 2016-2021, pero, por el momento, el Gobierno solo ha presupuestado 100.000 euros de los aproximadamente 3,6 millones en los que está valorada la obra.

Mijoa es en la práctica una cloaca (el informe de Ura habla de “calidad pésima y degradación extrema del medio”), en la que los continuos vertidos ahogan la biodiversidad, a pesar de que esta regata está incluida en el Plan Especial de Protección del Visón Europeo. Sus efectos se dejan notar en la calidad de las aguas de las playas de Saturraran y Ondarroa, y sus olores afectan a los vecinos de San Jeronimo y Pikupe. ¿Hasta cuándo?

Eguzki, julio de 2018

(^*) http://www.uragentzia.euskadi.eus/contenidos/informacion/red_rios_2017/es_def/adjuntos/informe_MEMORIA_2017_RSEBR.pdf