La isla es un hábitat muy reducido y vulnerable.
La intención de instalar una escultura de Cristina Iglesias en el interior del faro de la isla Santa Clara ha generado desconfianza en un amplio sector de la ciudadanía donostiarra, al que los miembros de Eguzki no somo ajenos.
El peligro de masificación tras la instalación de la escultura-reclamo, en un espacio tan pequeño y vulnerable como la isla, preocupa y mucho.
En marzo, Eguzki se reunió en el Ayuntamiento con la técnica del alcalde y con la representante de la escultora. Les planteamos nuestra preocupación por las repercusiones de esta intervención: la isla es un espacio muy pequeño, muy vulnerable, con manifiestos problemas de erosión, que, de tener un uso “familiar” ha pasado a soportar una masificación de piraguas, paddles, fiestas privadas, etcétera. Y no es aventurado pensar que la instalación de la citada escultura conllevará una mayor presencia y presión de visitantes.
Maqueta de la instalación que se pretende hacer en el interior del faro.
Desde Eguzki manifestamos nuestra preocupación por las talas que podría sufrir la isla para hacer “más visible” el faro. Tanto por parte municipal como por parte de la artista se nos trasladó el compromiso de que NO SE REALIZARÁ NINGUNA TALA.
Señalamos también nuestra sospecha de que, en aras a “mejorar la accesibilidad”, se podrían reacondicionar los caminos, desvirtuándolos, y se nos contestó con el compromiso de NO URBANIZARLOS.
Parece evidente que “mejorar” la accesibilidad puede convertirse en una amenaza.
Nos preocupa el peligro que supondrán las obras de instalación de la escultura, que precisará de un gran vaciado, y que el traslado del escombro resultante puede perjudicar seriamente a la isla. Se nos contestó que el escombro se bajará mediante tubos. No nos convenció el sistema y quedamos en que, si lo solicitábamos, podríamos visitar el desarrollo de las obras, que al parecer se llevarán a cabo en octubre, para comprobarlo.
Nos preocupa también la desestacionalización de las visitas a la isla. Actualmente se puede acceder durante 4 meses. SE COMPROMETIERON A QUE FUERA DE TEMPORADA (4 meses) NO SE REALIZARÁN VISITAS, en todo caso, ALGUNAS GUIADAS y en casos excepcionales.
Sacar un mayor rendimiento turístico de la isla es una vieja aspiración de algunos.
Señalamos también que el aumento de visitantes podría colapsar los urinarios, con el correspondiente peligro de contaminación de las aguas de baño. RECIBIMOS EL COMPROMISO DE QUE SE RENOVARÁN ESOS SERVICIOS.
Alertamos sobre la posibilidad del aumento de las infraestructuras hosteleras ante el aumento de visitantes y nuevamente se COMPROMETIERON A QUE NO SE REALIZARÁN ESE TIPO DE ACTUACIONES.
En definitiva: el Ayuntamiento y la representante de Iglesias DAN A ENTENDER QUE LAS REPERCUSIONES DE LA INSTALACIÓN ESCULTÓRICA SERÁN MÍNIMAS Y QUE NO TIENEN COMO OBJETIVO AUMENTAR SIGNIFICATIVAMENTE LOS VISITANTES DE LA ISLA, DESDE EGUZKI COMPARTIMOS ESE PRONUNCIAMIENTO. PERO… la realidad, por desgracia, es terca en Donostia y, a pesar de las buenas palabras que se nos han transmitido, NO VAMOS A TENER MÁS REMEDIO QUE HACER UN SEGUIMIENTO EXHAUSTIVO Y MANTENIDO EN EL TIEMPO, para asegurarnos de que no estamos ante el enésimo intento de hacer de Donostia un parque temático para los turistas, esta vez a costa de un pequeño tesoro como es la isla de Santa Clara.
