El río Urola a su paso por la zona industrial de Legazpia sigue esperando una solución

legazpiMiembros de Eguzki hemos llevado a cabo una acción de recogida de residuos en las orillas del río Urola a su paso por la zona industrial con el fin de hacer patente su estado de abandono y el lamentable aspecto que presentan sus orillas. En concreto a la altura del aparcamiento hemos procediendo a retirar parte, no todo, del material que hemos encontraron tanto en sus orillas como colgando de la vegetación que crece en sus paredes.

El resultado no ha podido ser más esclarecedor y, en la misma medida, descorazonador. El material que hemos recogido del río son residuos sólidos urbanos. Es evidente que han llegado desde el aparcamiento al río por un uso irresponsable de los residuos abandonándolos a su suerte en el asfalto y, después empujados por el viento, entre otras circunstancias, llegan al río.

Ver vídeo: https://youtu.be/PRGcii3E1C0

Esto que aquí sucede no es algo que nos haya sorprendido; por desgracia, está pasando en cualquier casco urbano o zona industrial de nuestros pueblos si nos fijamos un poco. (La cultura de tirar y, después ya vendrá el ayuntamiento a recogerlo, le esta saliendo caro, y no solo a nuestros bolsillos (económicamente), también al medio ambiente).

Por eso, consistorios como Azkoitia, Azpeitia, Zestoa y Tolosa actualmente ya han colocado rejillas (protectores) en la parte baja de las barandillas para impedir que las basuras abandonadas en nuestras calles no lleguen al río. Próximamente Urretxu, Zumarraga y Ordizia harán lo propio.

Quisiéramos destacar Zestoa por su semejanza con Legazpia: 335 metros lineales en la zona industrial de Errota.

La problemática de los residuos en esta zona y su solución no es nueva para el ayuntamiento de Legazpia.

Queremos recordar que dimos entrada a la propuesta en el consistorio el día 1 de marzo del 2019 y posteriormente, también acudimos al Pleno para darla a conocer a toda la Corporación Municipal al término del mismo.

Las instituciones, irremediablemente, tienen que entender que son ya muchos los años de agresiones al río Urola. Durante décadas lo hemos usado como desagüe, y hoy día es un basurero.

Tenemos que dejar atrás la era de las limpiezas para transitar un nuevo camino; el de la solución.

Limpiar ríos a secas sin un objetivo de solución es normalizar y justificar que un río puede ser un vertedero, y en esas estamos.

De la misma manera que nos gastamos del erario público cientos de miles de euros todos los años para recoger basuras de nuestras calles, se tiene que empezar a destinar dinero para que el río, como ecosistema que es, de una vez por todas recupere sus derechos y, la zona industrial, sin ninguna duda, nos está brindado esa oportunidad.

Tenemos que garantizar a la siguiente generación que no tengan que ver, ni tengan que bajar a un río a sacar toneladas de basura. Eduquemos desde la solución.

Eguzki, 2020ko iraila

Los grupos Eguzki y Bidasoaldeko Lagunak denuncian la progresiva degradación del espacio protegido Plaiaundi-Txingudi

Quien se acerque cualquier día de estos al Parque Ecológico de Plaiaundi verá claros signos de degradación del espacio. Llama la atención el deterioro del vallado de madera en diferentes puntos, pero esto no es más que una muestra de la dejadez de las administraciones competentes en la conservación del lugar y que despista de la más perjudicial y grave degradación de hábitats, en perjuicio de las especies que los pueblan y que es la razón de ser del espacio Txingudi y su protección.
El mobiliario del parque requiere un mantenimiento mínimo y que no se hace con la debida presteza, pero no son parte de los valores esenciales a preservar como espacio RN 2000 (ZEC y ZEPA) y que están sufriendo una degradación mucho más grave y preocupante, pero que escapan más fácilmente a la vista del visitante.
La falta de vigilancia y la demora en la aprobación del Plan de Uso Público, al que tanto esfuerzo hemos dedicado, dejan a Plaiaundi y Jaizubia a expensas de actos vandálicos que, sumados a la falta de respeto y conciencia de algunos y los impactos negativos de la siempre sin resolver reubicación de las instalaciones deportivas, forman un cóctel nefasto para la preservación del espacio protegido.
No es raro de ver coipús o sus excrementos, pero el problema no es que puedan provocar cierta repugnancia, el problema real es que es una especie exótica invasora (EEI) descontrolada como bastantes más, animales y vegetales, que están interfiriendo en la ecología del estuario y que no llaman tanto la atención e incluso algunas nos pueden llegar a parecer agradables a la vista.
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Plaiaundi es un enclave restaurado al, que debido a su escasa extensión, hubo que dotar de sistemas artificiales para poder acercarse a su potencial ecológico original. El sistema, las compuertas, que deberían regular y compensar el flujo de las mareas en las lagunas interiores, lleva años en un progresivo deterioro que reduce la función de acogida de fauna, en especial de las aves acuáticas migratorias y residentes. Las pantallas vegetales que se crearon para preservar la tranquilidad de las aves en las algunas respecto a los senderos del parque, por falta de gestión, se han convertido en elementos que merman esa buscada tranquilidad de las aves que allí recalan, incluso impidiendo en ocasiones que lleguen a bajar a la lámina de agua.
Por otra parte, el incumplimiento de los compromisos recogidos en el Documento de Actuaciones y Medidas para la ZEC y ZEPA Txingudi-Bidasoa, deja lejos el objetivo de alcanzar el estado Favorable de hábitats y especies. ¿Qué educación ambiental coherente se puede llevar en Txingudi cuando lo que queda a la vista es el desinterés de nuestras administraciones por la preservación de esos valores y riqueza ambiental?
Un cúmulo de problemas que van degradando el espacio protegido ante la injustificable pasividad de las administraciones competentes que no toman cartas en el asunto.