Nos dicen que se va construir la incineradora. Nos lo repiten una y otra vez. Nos machacan con que de aquí a cuatro años tendremos la incineradora echando humo por la chimenea. Nos lo repiten tanto que pareciera que lo que intentan es convencerse a sí mismos. Igual que el niño que, perdido en un oscuro túnel, va hablando en voz alta consigo mismo, queriendo convencerse a sí mismo de que no está solo. Pues de la misma manera estos, con su proyecto de incineradora perdido en un oscuro túnel, queriendo espantar sus propios fantasmas y creerse que terminarán por construir la incineradora, necesitan creérselo, nos lo quieren hacer creer. Nos lo quieren hacer creer, sobre todo.

Pretenden que creamos lo que ni ellos se creen. Nos quieren hacer creer que la incineradora es imparable, porque saben muy bien que esa es su única oportunidad: que nosotros nos creamos que es imparable. Porque sólo si nosotros nos creemos que es imposible parar la incineradora será imposible pararla.

Pero no es imposible, ni antes, ni tampoco ahora. Antes que en Zubieta, quisieron hacer la incineradora en Zaldunborda. Pero les resultó imposible. Y quisieron  hacerla en Landarbaso. Y les resultó imposible. Y quisieron hacerla en Urnieta. Y les resultó imposible. Y quisieron hacerla en Aritzeta. Y también en Aritzeta les resultó imposible. Porque es perjudicial para la salud. Porque es perjudicial para el medioambiente. Porque los residuos no son basura, son recursos productivos finitos que hay que aprovechar. Pero sobre todo, sobre todo, no pudieron porque la ciudadanía no creyó que parar la incineradora fuera imposible. Por eso precisamente nos hemos  manifestado hoy en Lasarte-Oria:  porque no es imposible, porque la incineradora se puede parar.

Desde la plataforma Lasarte-Orian Aire Garbia  coincidimos plenamente con aquel  viejo aforismo que dice: “haríamos muchas más cosas, si pensáramos que las imposibles son muchas menos”. Porque lo creemos así podemos decir con pleno convencimiento: aquí, ahora, lo único que se ha acabado es esta manifestación. Aquí, ahora, no ha hecho más que empezar el camino que va a evitar la construcción de la incineradora en Zubieta. Por la salud, por el medio ambiente, por la economía circular, los que quieren construir una incineradora en Zubieta nos van a tener enfrente.

Porque se puede parar.