Organizada por la coordinadora Donostia Defendatuz y con el respaldo de numerosas entidades ciudadanas, entre ellas Eguzki, ayer se celebró una nutrida manifestación bajo el lema “Donostia en venta”. He aquí el manifiesto que puso fin a la marcha.
Buenas tardes. Hoy nos reunimos aquí una amplia representación de movimientos sociales, pequeñas luchas de muy diversa naturaleza, pero con un objetivo: nuestra denuncia por la mala gestión municipal de Donostia.
Estamos aquí porque las decisiones políticas adoptadas por el ayuntamiento están siendo orquestadas por grandes poderes económicos, lobbies y empresas. Estas decisiones políticas guían las líneas de actuación marco de cuestiones determinantes en la ciudad, como: el modelo de transporte, el modelo comercial y de consumo, el modelo de turismo, el modelo de gestión de residuos, el modelo de urbanismo. Sí amigas y amigos, estamos hablando de infraestructuras de coste multimillonario como es la pasante de Metro de Donostia. Estamos hablando de una macro-incineradora que en el futuro deberá ser alimentada. Estamos hablando de la construcción de un macro-parque comercial en la ciudad, Belartza2. Estamos hablando de la turistificación y gentrificación de nuestras calles y barrios.
De manera sibilina y dispersa, dirigido desde entes ajenos y fácticos, el gobierno municipal está fomentando a toda costa actuaciones urbanísticas que afectan de forma grave e irreversible a la configuración de nuestra ciudad. La creciente transformación de Donostia en ciudad para ricos, para las élites, un parque temático, una ciudad repleta de multinacionales y franquicias. En unos pocos años Donostia no será distinta a cualquier urbe turística en el mundo, perdiendo toda su identidad, su singularidad.
Tras vaciar las arcas municipales para proyectos faraónicos, el ayuntamiento no duda en acudir a cualquier vía que le permita refinanciarse: pelotazos urbanísticos, recalificaciones del suelo y un sinfín de operaciones con dudosos socios. Se pone la ciudad en venta y se arrasa con nuestro patrimonio natural, nuestro patrimonio arquitectónico e histórico, nuestro patrimonio social y cultural a cambio de mísera financiación. Están vendiendo nuestra ciudad a trozos y a precio de saldo y los ciudadanos somos testigos mudos sin vías de oponernos.
Todas y cada una de las decisiones municipales que nos reúnen hoy aquí tienen un elevado coste social, muy alejado de la equidad y de una verdadera justicia social. Denunciamos que existe una total ausencia de políticas a favor de las necesidades reales de la ciudadanía, como es la vivienda protegida en una Donostia donde los jóvenes no pueden vivir debido a la especulación de precios.
Denunciamos la destrucción de suelos y espacios naturales, la destrucción del arbolado. Se aprueban pomposas estrategias de lucha contra el cambio climático mientras las grandes líneas de actuación municipal ahondan en sentido opuesto.
Venimos a alzar la voz, a demostrar que la ciudadanía está movilizada y que no se detendrá hasta conseguir mayor participación política y poder decidir el modelo de ciudad que más se adapte a sus necesidades.
Queremos una Donostia social, participativa y sostenible, de verdad, con políticas basadas en las necesidades reales de la población y no de los turistas, no de los grandes empresarios.
Queremos una ciudad que sepa valorar su patrimonio natural, cultural, histórico y su diversidad, sus comercios, sus barrios y sus gentes y que sea capaz de ponerlo en valor y protegerlo. Una ciudad que sea de los ciudadanos y para los ciudadanos
Este es el inicio de un largo camino. De cara a las próximas elecciones, queremos molestar a quienes se rehúsan de escucharnos. Desde DONOSTIA DEFENDATUZ os invitamos a seguir participando, a ser cada vez más críticos y a desarrollar nuevas líneas de acción para defender nuestro objetivo común.
¡DONOSTIA NO SE VENDE! ¡SE DEFIENDE!
