El rey senior presidió el retorno de las corridas a Illunbe. Toda una declaración de intenciones.
El Consejo de Ministros del PP ha rematado la faena, al no autorizar que l@s donostiarras decidamos en consulta ciudadana si en Illunbe se deben repetir las matanzas de toros.
Sabíamos desde hace tiempo que el PP y sus aparatos de Estado no son nada proclives a las consultas ciudadanas. Casi se podría afirmar que es una característica de su genoma político impedir que la ciudadanía resuelva mediante consulta las cuestiones espinosas o de gran controversia social. Más si sobre todo sabe que el resultado va a ser contrario a sus postulados, como parecía previsible en el caso de la abortada consulta donostiarra.
Pero el genoma del Partido Popular posee otra característica, además del “aquí mando yo”, y es el rancio y derechoso apego al maltrato animal, que, cuando se trata de matar toros, se eleva a la categoría de “idiosincrasia cultural”.El PP y sus aparatos de Estado pretenden unificar culturalmente a l@s ciudadan@s mediante la silueta de ese toro destinado a la tortura y muerte en un coso. Por eso prohíben las consultas sobre esa macabro espectáculo, ya sea aquí, en Donostia, o en cualquier otra población que lo intente (Ciempozuelos).
La primera imposición y estocada la realizó al recurrir el Reglamento Municipal de Consultas aprobado en el Pleno donostiarra por unanimidad.
La segunda estocada a la autonomía municipal la ejecutó al dilatar la contestación a la solicitud de permiso de consulta realizada por el gobierno municipal, con la peregrina excusa de “falta de documentación”.
Y ayer viernes, tercera estocada y puntilla, al no autorizar el Consejo de Ministros, o sea, al prohibir, la consulta.
El gobierno municipal, e incluso la Diputación, no han tardado en rechazar esta decisión, y la han calificado de “autoritarismo”, expresión en la que coincidimos plenamente desde Eguzki, y han anunciado que “estudiarán qué otras vías existen para que l@s ciudadan@s puedan manifestar su opinión”.
Desde Eguzki proponemos al Ayuntamiento de Donostia que ante este grave ataque a la autonomía municipal, y al derecho de l@s donostiarras a decidir, independientemente de la controversia anti/protaurina, el Pleno vote la siguiente pregunta:
Hasta que l@s ciudadan@s donostiarras puedan expresar libremente su opinión sobre el destino de instalaciones municipales para la realización de corridas de toros o no, ¿son ustedes partidarios de una MORATORIA en dicha concesión?
Reconocemos que la opinión de l@s ciudadan@s en esta controversia puede ser distinta a la de l@s editles donostiarras, pero, quedarse de brazos cruzados y no hacer nada mientras “se estudian” otras soluciones, sería aceptar de facto el derecho a veto del Gobierno del PP, por encima de la voluntad de l@s donostiarras y el propio Pleno.Y, en este sentido, hay que recordar que la legitimidad electoral del PP en Donostia es residual, que no alcanza siquiera a las firmas de donostiarras cotejadas una a una que solicitaron que se realizase la consulta.
10.000 fueron las firmas, verificadas una por una, que Donostia Antitaurina Orain presentó en el Ayuntamiento para respaldar la consulta. Más que los votos del PP en la ciudad.
Lo que tras esta prohibición está en juego es algo más que la discrepancia sobre la “fiesta” o la tortura animal, lo que se juega es la autonomía municipal y el derecho de l@s donostiarras a decidir sobre los asuntos que le conciernen, sin la prohibición ni el veto del Gobierno del Estado.