A través de esta herramienta se puede comparar el efecto de diferentes formatos de envase, tanto en los costes derivados (materiales, proceso productivo, transporte, gestión final) como en el impacto ambiental global y emisiones de gases de efecto invernadero, a lo largo de todo el ciclo de vida del envase.
Un ejemplo es la sustitución de las etiquetas PE por las nuevas linerless de papel FSC con las que EROSKI consiguió un ahorro total de 43 toneladas de CO2 en 2010. A través de esta herramienta se puede comparar el efecto de diferentes formatos de envase, tanto en los costes derivados (materiales, proceso productivo, transporte, gestión final) como en el impacto ambiental global y emisiones de gases de efecto invernadero, a lo largo de todo el ciclo de vida del envase o soluciones de envasado analizados. De esta manera, se pueden introducir criterios de sostenibilidad al seleccionar el formato de envase más adecuado para un producto, pudiendo combinar diferentes materiales, procesos, sistemas de transporte y tipos de gestión. El objetivo prioritario consiste en la reducción ó minimización del impacto ambiental de los envases y embalajes utilizados en tienda. En la actualidad, la industria alimentaria se sitúa en un mercado muy competitivo y cada vez más global, que debe buscar soluciones para reducir los costes de producción y poder mantener el margen comercial. A su vez, por parte de consumidores, industria, y de la sociedad en general, la sensibilización y demanda por los aspectos relacionados con la sostenibilidad y respeto por el medio ambiente va en aumento, cobrando una importancia cada vez más significativa. Por esta razón, se requiere un esfuerzo continuo dirigido hacia la mejora del diseño y control de todos los procesos y productos.