Para los presupuestos de este año, el Gobierno municipal acordó con la oposición sendas partidas, una de 25.000 euros para limpiar el río y otra de 22.000 euros para poner medidas de protección bajo la barandilla (rejillas). Estos pactos tuvieron eco en algunos medios de comunicación y, en cuanto a limpieza, en la revista municipal de enero, página 13, el Gobierno Municipal también le dedicó unas palabras: “ibaiak garbitzeko diru-partida handitu dugu”.
El pasado 14 de febrero la Diputación Foral publicó en el Boletín Oficial de Gipuzkoa la aprobación de una línea de subvenciones a ayuntamientos y mancomunidades para llevar a cabo actividades que contribuyan a prevenir y corregir la acumulación de basuras dispersas en entornos costeros, fluvial y terrestres. Que es justo para lo que se habían destinado estas dos partidas. Por ello, 8 días después, el 22, se solicitó, entre otros, a este ayuntamiento que pidiera las ayudas.
En lo que concierne al río se le hizo saber al ayuntamiento que antes de hacer la solicitud y para ser más precisos, habíamos bajado al río, y que de los residuos que podíamos encontrar, entre otros, había cables, trozos de aparatos electrónicos y tejavanas, neumáticos, estructuras metálicas, palets, gomas, tubos de acero y de plástico, botes, tetrabriks, ropa, mantas, también plásticos negros y blancos, redes de hierro y plástico, trozos de toldos, sacos de tela. Estos últimos de uso agrícola. Por eso pedimos que solicitase las ayudas para la limpieza desde la presa, a la altura de Olotzaga, hasta Txerloia, donde colinda con Azpeitia (unos 4,5 kilómetros).
Desde mes de febrero hasta octubre, sin bajar al río, (un simple vistazo desde la barandilla) lo que hemos podido observar en este transcurso de tiempo es que algunos residuos, como la parte trasera de un televisor, en la calle Ugarte, algunos residuos en la calle Trino de Uria, una silla de oficina y una bolsa de basura, en la calle Juin (dirección al bidegorri), la carcasa de un aparato electrónico y una barrera de seguridad de plástico de color azul, en el barrio de Altzibar (la carcasa y la barrera de color azul no tiene relación con la limpieza organizada el 24 de septiembre por la plataforma Baso Biziak), todos ellos, después de haber permanecido varios meses en el río, no sabemos quién, pero es evidente que fueron retiradas por alguien. Lo que nos ha extrañado es que otros tantos residuos y, bien visibles, que había en las inmediaciones no fueran retirados.
Hace unos días hemos vuelto a bajar al río, como hicimos en febrero. Desde el puente de madera que une Jausoro con Altzibar hasta la altura de la planta de Sidenor apenas hay residuos, ya que la plataforma Baso Biziak organizó el 24 de septiembre la limpieza fluvial de esta zona, a la que se sumaron Urola Bizirik Natur Taldea y un grupo de vecinos, que a su vez pidieron a las instituciones públicas locales como a la agencia URA que asuman las responsabilidades que les corresponden. Desde la presa, a la altura de Olotzaga, hasta la planta de Sidenor y desde la calle Ugarte, junto al antiguo matadero, hasta Txerloia, donde linda con Azpeitia sigue habiendo residuos y, no pocos, de los cuales hemos mencionado más arriba, es evidente que en estas zonas no se han realizado ninguna limpieza en profundidad ni tampoco de forma profesional. Si bajamos al río los veremos únicamente si removemos la vegetación de ribera, pues la mayor parte han sido tapados por la propia vegetación firmemente enrollados en troncos y ramas.
Foto tomada en las inmediaciones del viejo matadero. Refleja la situación del río Urola a su paso por Azkoitia, en algunas zonas.
Aquí un vídeo: https://youtu.be/g8dAhTW5JIY
En lo que a las inversiones para estos trabajos se refiere, sabemos que el Ayuntamiento de Zestoa contrató la limpieza de 6 kilómetros del río Urola, desde el barrio de Lasao hasta Iraeta, de forma profesional, con un coste de 10.500 euros (sin IVA). Previamente, había solicitado las ayudas y el Departamento de Medio Ambiente de la Diputación ha subvencionado estos trabajos con 7875 euros.
Zestoa nos deja varios datos bastante significativos que merece comentar. Primero,que con 25.000 euros se pueden hacer muchas cosas y, una de ellas, contratar una empresa para la retirada de las basuras en 4,5 kilómetros de río y como vemos nos da margen para mucho más, segundo; que las ayudas pueden alcanzar hasta el 75% del total de lo presupuestado, que no es poco. Todavía no tenemos los datos de estas labores de limpieza, pero se preveía la retirada de 6.000 kilos de residuos.
Con las rejillas ocurre algo muy parecido. Sin ir fuera del valle del Urola, tenemos otro ayuntamiento, donde el año pasado, para colocar 1.400 metros de rejillas, con un presupuesto de 23.500 euros (sin IVA) recibió 10.881 euros en ayudas (46%).
Según pudimos comprobar en el Boletín Oficial de Gipuzkoa publicado el 25 de abril, el ayuntamiento de Azkoitia no aparece como solicitante de estas ayudas ni para la limpieza ni tampoco para colocación rejillas y eso nos genera como mínimo cierta perplejidad. A nadie le vienen mal unas ayudas y tampoco creemos que al consistorio le sobre el dinero. Es cierto que pedir las ayudas no nos garantiza que las vayamos a recibir al 100%, pero no pedirlas sí que nos garantiza no recibirlas. Desconocemos, en el caso que las haya, las razones que este Ayuntamiento haya tenido para no solicitar las subvenciones, aunque es evidente que supondrían un alivio para las arcas municipales así como dónde y de qué manera se están realizando las labores de limpieza, si es que se están llevando a cabo.
Eguzki, octubre de 2022
