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Se abre Arizmendi con “0” en transparencia

aguila ratonera

Mañana tiene previsto inaugurarse oficialmente el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Gipuzkoa de Arizmendi (Urnieta). El 12 de julio se cumplieron  dos meses desde que el nuevo Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Gipuzkoa, sin haber llegado siquiera a inaugurarse oficialmente, tuvo que ser cerrado tras registrarse un brote de fiebre aviar. Ese mismo día, Eguzki dirigió al Departamento de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural de la Diputación, del que depende, una solicitud de información. No solo sobre el brote y sus consecuencias, sino también sobre cómo funciona o cómo va a funcionar el Centro. Cuestiones como cuál va a ser el protocolo de ingreso, si se van a admitir especies silvestres no protegidas, si van a ser atendidas también especies marinas, etcétera.

Porque, brote de fiebre aviar al margen, desde que en diciembre pasado la Diputación adjudicó a la UTE Arizmendi el servicio de gestión integral del Centro de Recuperación, ubicado en la finca Arizmendi de Urnieta y que viene a sustituir a Arrano Etxea de Igeldo, apenas ha habido información. De hecho, fue esta falta de información manifiesta, que contrastaba con la noticia de que la Diputación tenía previsto ya realizar algún tipo de inauguración oficial (que el brote de gripe aviar obligó a suspender), lo que nos llevó a remitir el escrito.

Dos meses después, parece que el brote de gripe aviar afortunadamente no ha ido a más, pero seguimos sin respuestas. Seguimos sin saber, por ejemplo, exactamente cuántas aves y de qué especies fueron sacrificadas o a dónde han sido derivados los nuevos ingresos mientras el Centro ha permanecido cerrado. Y, por supuesto, lo ignoramos todo sobre su funcionamiento.

Eguzki se ha quejado en más de una ocasión de lo que considera falta de transparencia por parte de la Diputación, por ejemplo, en el caso de especies protegidas o no cinegéticas abatidas por disparos de escopeta. Estaría bien, decíamos en la nota que difundimos sobre este tema en mayo, que el nuevo Centro sirviese también para que la Diputación adoptase una política informativa “más abierta”. Estaría bien, sí, pero no parece que vaya a ser así por la opacidad demostrada.

Eguzki Grupo Ecologista y Antinuclear, 26 de julio de 2022

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¿Qué habrá sucedido con las dos águilas ratoneras -como esta de la foto- que estaban ingresadas antes de introducir la gripe aviar en el centro?

Eguzki vuelve a denunciar vertidos al río Urola en el Polígono Industrial Matxinporta de Urretxu

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Situación en la que se encuentra actualmente la ribera del río Urola a su paso por el Polígono industrial.

Fue a finales de octubre de 2020 cuando denunciemos por primera vez los vertidos en esta zona.

En aquella ocasión ya denunciamos que este tipo de prácticas ilegales las podíamos encontrar por doquier en ríos y regatas. Poniendo como ejemplo los vertidos en la regata Ibarrola de Legazpi, Egino en Azkoitia y en el río Oria a su paso por Tolosa.

Sin extendernos en lo que sucede en toda la cuenca del Urola y centrándonos solo en lo que hemos podido observar en la comarca del Urola Garaia, muy a pesar nuestro, aparte de estos vertidos, también tenemos que denunciar los producidos en Zumarraga y Legazpi.

Sin quitarle ningún ápice de importancia a estos hechos tenemos que decir que no todo son malas noticias. Las rejillas instaladas en el centro urbano de Urretxu, así como en la zona industrial de Legazpi han traído un cambio sustancial; las riberas ya no son lo que eran: cientos de residuos han dejado de llegar al río. En la regata de Ibarrola, en Legazpi, después de la intervención de la Agencia Vasca del Agua (Ura) y el ayuntamiento, el estado ecológico de la regata también ha mejorado mucho.

En lo que concierne a los vertidos en esta zona industrial el daño ya está hecho, pero para que no vaya a más, requiere de su retirada. No obstante, las basuras que vemos en ríos y regatas no tiene nada que se le parezca a limpiezas; son focos de contaminación que dañan la fauna, flora y sus aguas, y contribuye a acrecentar la problemática de las basuras que ya son una realidad en nuestras costas.

Sería conveniente que después de su retirada el propio consistorio denuncie los hechos. No sabemos si se están realizando controles en esta zona, si no es así, sería conveniente que se hagan y, si se están haciendo, que se intensifiquen. Es una buena manera de que vaya calando en la localidad la importancia del cuidado y protección de estos sistemas fluviales. Y que los propios infractores sientan que no gozan de total impunidad.

Asimismo, como ya hemos mencionado más arriba, las rejillas están demostrado su eficacia. Hemos constatado que en la calle Labeaga, por debajo de las barandillas llegan residuos al río. Por ello, también hemos solicitado que se prolongue su instalación en esta calle.

Eguzki, julio del 2022

 

 

 

Eguzki acusa al PNV de defender la energía nuclear y gasista, en vez de apostar por un modelo energético renovable y sostenible.

nuclear-4168906_640Desde Eguzki talde ecologista y antinuclear, ante la votación en el parlamento europeo, considerando las inversiones en energía nuclear y gas sean consideradas verdes, denunciamos que fue un insultó a la mayoría social de Euskal herria.

A favor de la propuesta de la Comisión Europea de etiquetar como verdes las inversiones en gas y nuclear han votado 328 eurodiputados, entre ellos los españoles del PP, Vox, Ciudadanos y PNV.

Una decisión que desde el punto de vista medioambiental no tiene el más mínimo sentido, pero tampoco desde el punto de vista económico. El modelo actual, es decir, el caduco modelo energético dependiente, fósil, consumista y explotador de recursos naturales, genera imperialismo, dependencia y crisis climática, a todas luces insostenible social, ambiental y económicamente para la población vasca.”

La decisión tampoco tiene nada que ver con la actual guerra en Ucrania, argumento que utilizó la eurodiputada del PNV Izaskun Bilbao para apoyarla, pues la Comisión resolvió incluir ambas energías en el listado de inversiones verdes un mes antes de que comenzar la guerra, falaz excusa que tiempo pone a cada uno en su sitio.

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No podemos olvidar que gracias a una enmienda presentada por PNV y CiU a la Ley de Economía Sostenible se abrió la puerta a la prolongación de la vida de las centrales nucleares en el Estado español más allá del límite de 40 años, y que luego Ortuzar (PNV) en la presentación de las candidaturas al congreso y senado en marzo de 2019 se arrogó el logro del cierre de Garoña.

Tampoco podemos olvidar que el PNV se abstuvo el 14 de febrero de 2017 en el congreso una proposición no de ley que instaba a prohibir el fracking en todo el estado, y luego cogió la bandera antifracking ante la presión social.

Y como no podía ser de otra forma, la cara real del PNV la mostró la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, que ha defendido el voto del PNV dado que, “debemos actuar con un poco de flexibilidad y partir del realismo”.

El pozo Armentia 2, en Subijanan. Foto: Irekia.

El pozo Armentia 2, en Subijanan.  Pozo que el PNV  impulso por nedio de Shesa, actualmente clausurada. Foto: Irekia.

 

Cabe otro modelo, progresivo en lo social y económico, protector respecto a los recursos, energético transformador, de reducción y diversificación, un modelo descentralizado, primando los valores sociales y ambientales, que garantice los recursos y las necesidades a quienes lo necesitan.

Eguzki ante esta nueva votación, quiere señalar al PNV como portavoz en Hego Euskal Herria del lobby privado y político de explotadores energéticos que buscan su propio interés y negocio, a costa de los recursos naturales, el interés general y la ciudadanía en general, y le hace responsable del actual modelo energético y del alza del precio de la luz.

Eguzki Grupo Ecologista y Antinuclear en Euskal Herria, a 8 de julio de 2022.

Eguzki denuncia el vertido ilegal de escombros en zona de protección fluvial en Legazpi

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Dejando atrás la rotonda que da acceso a la Industrialdea de Legazpi, si cogemos la carretera GI-2630 dirección Zumarraga-Urretxu, a unos 1,7 kilómetros, en la margen derecha del río Urola se encuentra el vertido.

La existencia de una zona de protección fluvial responde a la necesidad de garantizar una protección para los recursos hídricos y su ecosistema. La defensa de este bien común y su aprovechamiento está regulada por la Ley de Aguas. Entre una de estas zonas está la de policía, que se compone de los primeros 100 metros a partir del cauce, y es precisamente aquí donde tenemos arrojados los escombros.

Como regla general, se requiere permiso para la utilización de esta zona cuando el fin es la realización de obras, la extracción de áridos, plantar o cortar vegetación etc. Por el contrario, quedan prohibidas las actividades que la puedan dañar, como la acumulación de residuos que puedan contaminar el agua o su entorno, así como efectuar acciones sobre el medio físico o biológico ligado a la masa de agua.

Como podemos ver en la foto no tenemos cuatro ladrillos, sino cientos de kilos de escombros esparcidos en unos 25 metros lineales.

Si estos residuos provienen de un gremio de la construcción deberían de haber sido puestos en manos de un gestor autorizado para su reciclaje y posterior fabricación de nuevos materiales de construcción. Si proceden de obras domiciliarias menores y restos de obras; en un Centro de Recogida Selectiva de Residuos Domésticos y Asimilables que de forma GRATUITA está puesto a disposición de la ciudadanía para que deposite aquellos materiales que son susceptibles de ser reciclados, reutilizados o valorizados (Garbigune o Punto Limpio), ya que su abandono afectan la flora y fauna del lugar, alteran los drenajes naturales, ocasionan contaminación del suelo y de las aguas, tanto superficiales como subterráneas; como sucede en este caso.

Asimismo, el pasado 27 de mayo, denunciamos ante la Policía Municipal los vertidos que se están produciendo en la Industrialdea. Si se hace un seguimiento todos los días, entre semana, de la 1 a las 4 de la tarde, podremos comprobar cómo las mismas latas de bebidas y envoltorios de comida que sujetan en sus manos la gente que se concentra en la zona son los mismos que aparecen en el río. Estos controles son más que necesarios para que algunos vayan interiorizando que no gozan de total impunidad y, como recoge la Ley de residuos y suelos contaminados; el abandono, vertido o eliminación incontrolado de cualquier tipo de residuos, como en este caso, las sanciones oscilan entre los 901 euros y los 45.000 euros; porque a estas alturas de la película algunos comportamientos no tienen ya ni coartada ni atenuantes.

Por ello, solicitamos al Ayuntamiento de Legazpi, así como a la Agencia Vasca del Agua (URA) se proceda a investigar el origen de los vertidos denunciados y se adopten las medidas oportunas para su limpieza y control de los puntos de vertidos señalados.

Eguzki, julio del 2022

 

La administración lleva un año ocultando un informe del ICCCP sobre el futuro de Yesa

f.elconfidencial.com_original_d7d_fd1_519_d7dfd1519e0e68c3ccaf306cde8a3821Después de decenas de informes que habían de ser definitivos se está pendiente del definitivo de los definitivos.

  • Un presupuesto multiplicado por cuatro y un plazo de ejecución dilatado 22 años desde el inicial parecen no alarmar a la clase política.
  • O miente el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que afirma fue entregado en junio de 2021 o miente el Gobierno de Navarra que, en abril de 2022, afirmó que no han recibido ninguna información al respecto.
  • El Ministerio no responde a la solicitud de río Aragón, realizada hace dos meses, solicitando dicho informe.

Han pasado 21 años desde que, en 2001 y por importe de 113 millones de euros, fuera adjudicado el recrecimiento de Yesa y el condenado por corrupción Jaume Matas pusiera la primera piedra. La obra tenía que estar entregada en 2005. Desde entonces el presupuesto se ha multiplicado por cuatro, se ha confirmado el gasto de 380 millones y la última fecha anunciada para el final de obras es 2027.

En todos estos años, por encargo de la CHE, se han elaborado decenas de informes que afirmaban, con rotundidad, que no pasaba nada y todo estaba controlado, contradiciendo lo que la naturaleza se encargaba de desmentir. El informe que debía ser definitivo fue encargado en 2018 al Ilustre Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos de España (ICCCP). Debía estar concluido para 2020 pero, tras sucesivas prórrogas, se supone que debía estar concluido en el primer trimestre de 2021. Nada más se había sabido hasta que, gracias a las preguntas de un senador de Compromís, Carles Mulet, que ni es navarro ni aragonés, el Ministerio de Teresa Ribera reconoció que había entregado hace un año el informe definitivo de los definitivos a nuestra empresa pública CHE y al Gobierno de Navarra, el del Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos de España. Nadie, que se sepa, conoce nada más sobre su existencia y con la pregunta del parlamentario Adolfo Araiz al Gobierno de Navarra sobre su paradero y conclusiones, el pasado mes de abril llegó la sorpresa. La respuesta literal del Ejecutivo, firmada por el consejero de Interior y vicepresidente Javier Remírez, decía: “A la espera de su conclusión, el Gobierno de Navarra no ha recibido ninguna información referente al estado del dictamen final del informe encomendado al Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos (ICCCP) al que hace referencia la petición de información del grupo parlamentario EH Bildu“. Así que tal y como publicó en abril de 2022 el Diario de Noticias “Nadie sabe, por tanto, en el Ejecutivo navarro, o al menos no hay constancia, de que dicho informe esté concluido ni el contenido que se detalla en el mismo, y si por tanto avala la continuidad de la obra”.

Dos cifras de informes definitivos desde 2001, que dejaron de ser definitivos tras cada deslizamiento previamente calificado como imposible, cada grieta tapada, cada rotura… Y si todos esos informes definitivos con fecha de caducidad no hubieran sido suficientes, ahora nadie sabe dónde está el que debería ser el nuevo informe más definitivo de todos, el informe que debería avalar la seguridad de Yesa y que se encargó hace cuatro años. Nadie lo encuentra, ni en cajones ni en ordenadores. En este sentido, la Asociación Río Aragón lleva dos meses esperando respuesta del Ministerio a su solicitud de acceso a dicho informe tras comunicar que la solicitud había sido remitida al órgano competente.

Firman el comunicado:

  • Asociación Río Aragón
  • Yesa+NO
  • Sustrai Erakuntza
  • Urbizi

Eguzki reindivica un garbigune en Ondarroa

garbigune-mugikorra-ondarroanEl Grupo Ecologista Eguzki ha solicitado al Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural de la Diputación la construcción de un garbigune en Ondarroa, concretamente a través de una carta dirigida a su responsable, Josu Bilbao.

Llevamos años exigiéndolo y si no se construye el garbigune vemos necesario establecer, al menos, una chabola fija de reciclaje.

El Ayuntamiento de Ondarroa ha pasado años solicitando a la Diputación Foral de Bizkaia la petición de construir un garbigune, y la respuesta ha sido siempre positiva.

Desde incluso antes del año 2000, antes de la puesta en marcha de las obras de la variante de Ondarroa se prometió desde la Diputación que acabada las obras se llevaría a cabo el proyecto del garbigune en la zona de Renteria. Pero han pasado los años, y todavía no se ha movido nada. Después de más de veinte años de espera, creemos que ya es hora de tener en cuenta esta reivindicación.

Actualmente la Mancomunidad ofrece un servicio de recogida de pequeños aparatos eléctricos (cables, discos, pinturas, lámparas,…) a través de un camión o txabola que pasa una vez al mes por las diferentes localidades de Lea Artibai. Pero la cantidad de material que se recoge es muy pequeña. Con estos sistemas la gente a menudo no nos acordamos de cuándo pasa por nuestro pueblo el camión o la txabola que hace la recogida. Por lo tanto, una de las razones puede ser que no haya un lugar referente donde depositar estos aparatos y residuos.

Desde Eguzki tenemos claro que la implantación de un garbigune fijo, aunque sea una pequeña chabola, aumentaría la cantidad de material recogido. Precisamente porque hay una falta de referencia en el pueblo. La tendencia es ir al garbigune de Markina o Mutriku, porque todas sabemos donde y cuando están abiertos. No es por tanto falta de conciencia, sino una falta de accesibilidad. Y a la gente hay que ofrecer el máximo posible de facilidades.

txabola
 

 

 

¿Por qué es necesario movilizarse contra los macropolígonos solares y eólicos?

Cartel-Manifestacion

La plataforma NEE/TEN (Nafarroako Energia Eraldatzen/Transformando la Energía Navarra) constituida por plataformas de pueblos y valles navarros afectados por los macropolígonos eólicos y solares, ha organizado una manifestación el próximo sábado, 28 de mayo de 2022, a las 18:00 desde la Plaza del Castillo de Iruñea, y bajo el lema “Cambiemos el sistema, no el clima”.

La Fundación Sustrai Erakuntza quiere mostrar su apoyo a esta iniciativa. Es necesario que reclamemos pasos que tiendan a un cambio del modelo que impida o disminuya los cambios en el clima. Cambios de modelo que tienen que pasar, en nuestra parte rica del mundo, por una obligada reducción del consumo de todo tipo de productos y servicios, además de replantear el modelo de producción y propiedad, en la senda de un decrecimiento radicalmente justo. En este sentido, hemos preparado el siguiente documento para justificar nuestra posición:

Parece contraintuitivo: nos están insistiendo en la urgencia de instalar grandes cantidades de energía fotovoltaica y eólica para poder hacer frente al cambio climático. Sin embargo, si se analiza en profundidad la problemática, vemos cómo este despliegue renovable no está ayudando a mitigar los problemas de los combustibles fósiles que alimentan un modelo de producción, consumo y propiedad que está arrasando el planeta Tierra. Por eso, en este documento queremos plantear, a modo de preguntas y respuestas, las razones por las que es necesario luchar por un modelo socioeconómico y socioambiental que no comprometa la vida humana en el planeta.

¿Puede el planeta Tierra sostener los niveles de consumo actuales? El pasado 12 de mayo se anunciaba que el Estado Español había ya consumido todos los recursos naturales de los que disponía para usar durante todo el año. A partir de esa fecha, los recursos que consumiera serían extraídos de otros territorios, de forma que estamos viviendo de prestado hasta final de año. Las necesidades de recursos naturales de todo tipo que se consumen en el Estado Español precisan de una superficie 2,8 veces mayor de la que se dispone.

¿Cómo puede ser posible esto? Sabiendo que el consumo mundial está desigualmente repartido entre países y clases sociales, la especie humana usa recursos naturales y servicios ecológicos por encima de los que nuestro planeta puede proporcionarnos de una manera sostenible. Esto se calcula en el día de la sobrecapacidad de la Tierra, definido como aquel día en el que la demanda de recursos y servicios ecológicos que la humanidad precisa en todo el año excede lo que la Tierra puede regenerar en ese mismo año. Y a nivel global del planeta Tierra, se calcula que la humanidad necesita ya de 1,7 planetas, cantidad que va constantemente creciendo desde que se empezó a calcular el índice.

¿Dónde está el límite? El consumo de materias primas y energía sigue creciendo a un ritmo exponencial. Y lo hace impulsada por una economía capitalista de la explotación y del beneficio privado que se comporta como si no estuviera inscrita en un planeta con unos límites físicos determinados. Así, científicos internacionales han identificado algunos de esos límites que están en grave peligro de ser sobrepasados, cuando no lo han sido ya. La Fundación Sustrai Erakuntza también ha advertido de algunos de estos desequilibrios en Navarra. Nos referimos al elevado consumo de combustibles fósiles y su emisión de CO2 que contribuye al Cambio Climático, las perturbaciones en los ciclos de fertilizantes como el nitrógeno y el fósforo en las macrogranjas, el irracional uso de agua y las insostenibles infraestructuras que lo acompañan, o los cambios en el uso del suelo y la pérdida imparable de biodiversidad derivados de la instalación de macroproyectos renovables.

¿Podemos seguir emitiendo gases de efecto invernadero? Según los datos científicos, ahora mismo hay 420 partes por millón de CO2 en la atmósfera, con un aumento casi constante de unas 2,8 ppm anualmente. De este modo, llevamos camino de alcanzar en pocos años el límite de las 450 ppm, que indicaría que el clima habría alcanzado ya un calentamiento por encima de los 2ºC de media global. Un umbral que se considera peligroso, y que al ritmo que llevamos parece factible que sea superado en breve.

¿Como hemos llegado a esta situación? La fuente principal de la emisión de gases de efecto invernadero es el consumo de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural. Estos combustibles los utiliza nuestra civilización para toda clase de procesos industriales y sociales: la producción eléctrica, la minería, el transporte, la fabricación de los productos que utilizamos, la construcción, el turismo,… La otra fuente emisora principal de estos gases son los cambios en el uso del suelo: la desforestación, las prácticas agrícolas intensivas y el regadío, o la pérdida de suelo por construcciones e infraestructuras.

¿Está la alimentación de la humanidad comprometida? La agricultura, la ganadería, la pesca y la silvicultura están en el centro de los problemas que afrontamos por la llegada a los límites naturales del planeta. El uso intensivo que hacemos de los ecosistemas para estas actividades están contribuyendo a los problemas que afrontamos como humanidad en muchos sentidos.

El uso desmedido de fertilizantes nitrogenados, y las prácticas agrícolas industriales utilizan grandes extensiones de tierra que están modificando los usos del suelo. Pero además, todas estas actividades precisan de un gran consumo de combustibles fósiles. Así, la producción de fertilizantes nitrogenados requiere un consumo notable de gas natural, de tal forma que, sin su utilización, es muy difícil que se pueda mantener la producción actual de alimentos. Igualmente, las prácticas agrícolas y ganaderas industrializadas son grandes consumidoras de combustibles de origen fósil, tanto para su mantenimiento, como para la importación de inputs (soja, fertilizantes,…) y la exportación de outputs (comercialización en grandes distancias).

Se puede decir, que a día de hoy, comemos combustibles fósiles. En el pasado, la agricultura y la ganadería eran fuentes de energía para la humanidad: con ellas se extraía un excedente energético capturado de la luz del sol. Sin embargo, la sobreutilización de combustibles fósiles en el sector primario implica que ya no obtenemos energía neta de él; al contrario, se ha convertido es un sumidero en el que perdemos energía, en nuestro irresponsable afán de obtener un mayor rendimiento de los cultivos.

¿Qué cantidad de combustibles fósiles consumimos en Navarra? Somos una civilización adicta a los combustibles fósiles, entrampada en este tipo de energía. Y reducir esta dependencia es una tarea difícil y compleja que no puede realizarse sin alterar radicalmente todos los esquemas fundamentales en los que se sustenta.

Tal y como desde la Fundación Sustrai Erakuntza hemos señalado en varias ocasiones, la sociedad navarra consume una cantidad enorme de energía fósil, que llegó a ser el 78,18% del consumo energético total de 2020 en nuestra comunidad. Esa cifra cercana al 80% se ha mantenido estable durante las últimas décadas, a pesar de los supuestos esfuerzos realizados por hacerla disminuir. Pero además, a esa cifra se debería añadir un 33% más de consumo fósil oculto en la producción externalizada de artículos que importamos.

¿Se puede sustituir este consumo navarro de combustibles fósiles por energías renovables? El discurso oficial trata de hacernos creer que el actual modelo de producción y consumo, así como la lucha contra el cambio climático, puede mantenerse con la sustitución de los combustibles por energía renovable. Sin embargo, estas intenciones chocan contra la realidad. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de las energías renovables se producen en forma de electricidad, y ésta supone solo el 21,50% del consumo energético de nuestro territorio. Pero además, el consumo de electricidad está disminuyendo año tras año. El último Balance Energético del Gobierno de Navarra, de 2020, dice textualmente: «la electricidad experimenta en la última década una disminución del 4,40%, y en el último año, se ha reducido también en un 7,47%». Finalmente, el consumo de combustibles fósiles se mantiene en las últimas décadas en torno al 80% del gasto energético total de Navarra. En estas condiciones, es muy complicado que se produzca un cambio de tendencia sin que se produzcan a la vez otros muchos cambios.

¿Un despliegue a nivel industrial de energías renovables sería suficiente para mantener el consumo energético actual de la humanidad? Vemos cómo es muy difícil que con energías renovables sea posible producir la cantidad de energía que se consume en el planeta Tierra a día de hoy. Desde el mundo científico que analiza estas cuestiones ya nos advierten que, con las energías renovables, sólo se podría llegar a cubrir entre un 30 y un 40% de las necesidades energéticas actuales, tal y como ya indicábamos en nuestro informe «El nuevo boom de las energías renovables en Navarra. Situación, impactos y propuestas alternativas».

Hay que tener en cuenta que las renovables se producen mayoritariamente en forma de electricidad, que es una energía que no es fácilmente almacenable. Y en el caso de las renovables es muy difícil, por no decir imposible, regular su producción, dado que ésta se encuentra a merced de las condiciones meteorológicas: la existencia de viento y de luz solar, principalmente.

Es importante, por lo tanto, tratar de almacenar parte de la electricidad que generan las renovables. Y para ello se han analizado todas las posibilidades, siendo las baterías y la producción de hidrógeno las mejor posicionadas. Pero ambos métodos tienen graves problemas ye importantes limitaciones: en ambos casos las pérdidas de energía en el proceso de almacenamiento son elevadas, llegando a pérdidas del 70% de la energía producida en el caso del hidrógeno. A lo que hay que añadir la necesidad de aumentar la extracción de elementos químicos y otros problemas conexos. Esto llevaría a aumentar la cantidad de instalaciones de energías renovables para superar esas pérdidas, y por lo tanto a aumentar irresponsablemente los impactos ambientales.

¿Son las energías renovables sostenibles? Y a los graves problemas que han condicionado hasta la fecha el despliegue de las renovables, hay que unir otros cuya importancia va a ser cada vez mayor. Nos referimos a los innegables impactos ambientales, la alteración de la biodiversidad que tiene su implantación, y las amplias necesidades de recursos minerales necesarios para construirlas.

La instalación de polígonos eólicos y solares han tenido ya graves impactos ambientales en Navarra, a los que habría que añadir los que producirían los más de 100 proyectos nuevos que se han puesto a exposición pública en el último año. Su implantación supone una grave pérdida de biodiversidad en los montes y campos navarros, que viene a agravar los importantes impactos que generan el resto de grandes infraestructuras que nos imponen.

Pérdida de biodiversidad que se produce allí donde se quieren instalar este tipo de energías, que se ha de añadir a la que se produce en los lugares donde se extraen los minerales necesarios para construirlas. Porque hay que tener en cuenta que para el despliegue de este tipo de energías alternativas se requiere una extracción de minerales que es entre 8 y 25 veces mayor que la necesaria para generar energía con fuentes fósiles, como relatábamos en el informe citado. De este modo vemos como la supuesta solución renovable a los problemas globales a los que nos enfrentamos iría en la linea de agravar aún más esos problemas, y llevar la pérdida de biodiversidad a su limite planetario.

En este sentido, resulta rechazable la reciente aprobación por parte del Parlamento de Navarra de medidas que van a dificultar la participación popular y los plazos de tramitación y de estudio de impacto ambiental para los macroproyectos eólicos y solares.

¿Qué podemos hacer? Parece evidente, por lo tanto, que no se trata tan solo de sustituir las fuentes energéticas. En los próximos años va a ser necesaria la sustitución de los combustibles fósiles por las renovables. Pero teniendo en cuenta que las renovables no van a poder producir tanta cantidad de energía como la que estamos consumiendo hoy en día, y que nos encontramos ante el agotamiento de muchos materiales, las prioridades deberían ser la satisfacción de las necesidades reales, eliminando estilos de vida y consumos superfluos. Por tanto, la transición energética pasa por la transformación social profunda.

En los últimos años, desde la Fundación Sustrai Erakuntza hemos ido señalando una serie de alternativas para dar respuesta a la compleja situación en que nos encontramos y superar el esquema simplista de cambiar petróleo por renovables. Necesitamos un nuevo modelo energético no especulativo y basado en la planificación democrática:

Medidas para reducir y topar la demanda energética superflua: determinar las necesidades energéticas, sustituir el transporte privado, agricultura y ganadería ecológica, producción industrial, gestión de residuos basado en la recogida selectiva, compostaje y participación popular, paralización de macroproyectos energívoros y ecodestructores (TAV, Canal de Navarra, megaminería, centrales térmicas, polígonos solares y eólicos,…).

  • Desconcentrar y descentralizar la producción y el consumo de energía.
  • Propiedad y control social de la producción de energía que garantice el acceso universal a un bien básico como es la energía.
  • Implicar a las zonas urbanas e industriales en la producción y en el ahorro energético.
  • Compatibilizar la producción energética con la conservación de la tierra fértil, la biodiversidad y el patrimonio cultural.

En Nafarroa, a 24 de mayo de 2022.

Fundación Sustrai Erakuntza

 

 

Hoja de ruta equivocada contra el Cambio Climático

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La respuesta legislativa que se está diseñando en Navarra para hacer frente a la grave crisis climática, energética y de materias primas, así como de pérdida de biodiversidad, se está construyendo con mimbres equivocados. Vamos tarde y en la dirección fallida. Las contundentes conclusiones reflejadas en los informes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático que señalan el grave riesgo que supone la inacción climática para la humanidad y las poblaciones más vulnerables, no han provocado la debida reacción en la clase política navarra.

Y como prueba de la inoperancia de las medidas que se están adoptando, contamos en Navarra con dos ejemplos recientes: la Ley de Cambio Climático y el Decreto de Ley Foral de medidas urgentes en la Comunidad Foral de Navarra en respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania.

La Ley de Cambio Climático apuntala el mismo modelo productivo y de consumo que nos ha traído a este escenario de emergencia climática. La Ley ignora uno de los objetivos fundamentales en este tiempo histórico: la necesidad de disminuir de forma racional, ordenada y justa, las ingentes cantidades de consumo energético superfluo que sostienen nuestra sociedad. Al contrario. La Ley no cuestiona ninguno de los proyectos que en Navarra representan la depredación más voraz de energía y territorio, así como las emisiones más contaminantes: el TAVCanal de Navarraexplotaciones mineras insosteniblesmacrogranjascentrales térmicas ilegalesgestión de residuos, la movilidad basada en el vehículo privado y el transporte por carretera. Apenas se desprenden en la Ley planteamientos que afronten la urgencia del momento desde su raíz. Ni siquiera se atisba un plan de reconversión ecológica y sostenible de las actividades económicas, acompañada de medidas del reparto del trabajo productivo y reproductivo. ¡Sigamos como si no pasara nada y sálvese quien pueda!

La Ley trata de hacer creer que podemos mantener los mismos parámetros actuales de crecimiento y modos de vida, sustituyendo el uso de combustibles fósiles con energías renovables. ¡Qué más da lo que plantee la comunidad científica! Siguen creyendo en el crecimiento infinito en un planeta finito. Más allá de los guiños al autoconsumo y la utilización de cubiertas para instalaciones fotovoltaicas, la Ley extiende su alfombra roja a la expansión de macropolígonos solares y eólicos. ¿Lo hace desde la planificación democrática? No. ¿Lo hace desde la apuesta prioritaria por un modelo local, descentralizado y desconcentrado? Tampoco. ¿Lo hace desde la consideración de la energía como un bien común producido y gestionado pública y socialmente? Menos aún. Aquí prima la ley (o dictadura) del mercado. Así responde el Gobierno de Navarra a cualquier planteamiento alternativo. Se trata de atraer capitales, de crear industria” verde”, de generar beneficios privados. Eso sí, los costes medioambientales, de despoblación, de contaminación, de empobrecimiento, de encarecimiento de los productos básicos, de pérdida de actividades agrícolas y ganaderas locales, de colapso energético,… los pagaremos entre todas.

Y esta apuesta por un modelo energético socialmente injusto y medioambientalmente insostenible, vuelve a reflejarse en el Decreto Ley Foral de medidas urgentes en la Comunidad Foral de Navarra en respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania, al igual que en el Real Decreto Ley 6/2022, convalidado este jueves en el Parlamento de Madrid. Más allá de medidas puntuales de carácter social, con importante aderezo propagandístico, y que caducan en su efectividad a las pocas semanas, estos Decretos ocultan objetivos más oscuros para beneficiar a los oligopolios eléctricos de siempre.

Para comprender en todo su alcance las medidas de simplificación y agilización de procedimientos para la autorización de instalaciones de energía renovables, hemos de recordar lo siguiente. Desde la legislatura anterior, y en diversos foros y congresos donde participan empresas como Iberdrola, Acciona, Siemens Gamesa, Ehnol,… se ha solicitado una y otra vez que la administración facilite y agilice la tramitación de macroproyectos frente a la contestación popular y la exigencia de otro modelo energético.

Dicho y hecho. Se aprovecha el shock generado con la desgraciada guerra de Ucrania para colar de tapadillo la demanda de las grandes empresas. Son medidas que van a permitir al oligopolio eléctrico saltarse una gran parte de los trámites a la hora de imponer sus macroproyectos eólicos y solares. De esta forma, se reducen a la mitad el tiempo para analizar el impacto ambiental de los proyectos que se presenten. Ello va a impedir la adecuada información y va a limitar el derecho a la participación pública en el análisis y control de dichos proyectos. Más poder para las empresas, mientras se intenta silenciar a las poblaciones afectadas para señalar y alegar los impactos. Igualmente, los plazos se acortan para que los órganos administrativos emitan sus informes preceptivos, lo que va a provocar que éstos sean más superficiales, menos incisivos y de peor calidad.

Como decíamos al inicio, con estos mimbres difícilmente se va a poder hacer frente a la emergencia climática y energética. Aún menos dando más facilidades a los poderosos y a quienes buscan el beneficio privado con sus macroproyectos. Se hace imprescindible iniciar un camino ordenado y justo hacia la disminución del consumo energético que realizamos en Navarra. Las razones medioambientales y sociales son claras: los límites físicos del planeta, la superación del pico de extracción de combustibles fósiles y otros materiales, la contaminación de los ecosistemas y de la atmósfera con sus emisiones de CO2, la alteración del clima, las guerras económicas y energéticas, las desigualdades… Todo ello nos lleva a la necesidad de la urgente transformación de los modelos de producción, consumo y propiedad. Y en ese escenario, las energías renovables deberán cumplir su papel, pero no a costa de profundizar en la destrucción de los ecosistemas y de los territorios locales. Porque esta destrucción realimenta la crisis climática, energética y social. Y si no, al tiempo.

Mikel Saralegi Otsakar, miembro de la fundación Sustrai Erakuntza.

 

 

 

El Gobierno de Navarra pretende disminuir los controles ambientales a las energías renovables

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Sustrai Erakuntza. El Gobierno de Navarra ha aprobado el Decreto Ley Foral “de medidas urgentes en la Comunidad Foral de Navarra en respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania”. La aplicación de algunas de las medidas que contempla este decreto pueden implicar impactos y perjuicios irreversibles que pueden condicionar severamente tanto a la biodiversidad como a la vida y las actividades de las comunidades locales, como vamos a ver a continuación.

El título I del decreto plantea varias “medidas de simplificación y agilización de procedimientos y trámites para la autorización de instalaciones de energía renovables”. Son medidas que permiten a las empresas saltarse la gran mayoría de los trámites que tienen por objeto analizar el impacto ambiental de los macroproyectos de energías renovables, sobre todo polígonos eólicos y solares fotovoltaicos. Medidas que también aprobó el gobierno del Estado Español por los mismos motivos.

Fruto de esta nueva regulación, aprobada con urgencia y sin un análisis adecuado de sus consecuencias, se producirá una disminución de los análisis ambientales a los nuevos proyectos de parques eólicos de menos de 75 MW y a los parques solares de menos de 150 MW. Y al haberse aprobado la nueva legislación tanto por el gobierno del Estado, como por el navarro, las medidas se aplicarán a los proyectos tramitados por ambas instituciones, es decir a todos los que sean menores a los tamaños indicados, o lo que es lo mismo, a la inmensa mayoría de ellos.

Para ver de una manera gráfica el impacto de las nuevas medidas podemos fijarnos en el centenar de proyectos de este tipo a los que la fundación Sustrai Erakuntza ha presentado alegaciones en el último año. Estos proyectos ya están en tramitación, y por lo tanto no se van a ver afectados por estas medidas, pero nos pueden servir para conocer los efectos que se derivarían de aplicarse el nuevo Decreto Ley Foral. De ese centenar solo habría dos proyectos que superarían los límites de tamaño establecidos para acogerse a estas medidas: el macropolígono fotovoltaico “FV Peralta”, situado en ese municipio y de 370 MW, y los parques eólicos Aiko y Atreo de Carcastillo, que aun siendo dos parques han sido tramitados de forma conjunta por estar ambos contiguos y que en total tienen una potencia de 99 MW.

Los otros 99 proyectos a los que Sustrai Erakuntza ha presentado alegaciones entrarían dentro de la categoría de los que podrían haber sido afectados por el nuevo decreto si se hubieran presentado ahora. Uno de los efectos más importantes que tendrán estas medidas será el de la reducción del tiempo de análisis de los proyectos para estudiar su impacto ambiental, reduciéndolos a la mitad (artículo 3.1 apartados b y c de la norma foral). Es indudable que este hecho impedirá una adecuada información y participación pública en el análisis del proyecto. Hay que tener en cuenta que los proyectos que se presentan son de grandes dimensiones, con mucha documentación que analizar, con amplios y variados impactos ambientales. Esta labor prolija nos ha obligado en varias ocasiones a pedir una ampliación de los plazos para analizar la documentación, algo que nos es sistemáticamente denegado por el Gobierno.

Pero esto no sólo va a afectar a las personas que quieren participar en la definición de estas infraestructuras. También afectará a los órganos de la administración que tienen que analizar el impacto ambiental y emitir informes sobre el mismo, tal y como se indica en el citado artículo. Ello va a acarrear una grave consecuencia: los análisis que se efectúen de los proyectos por parte de la Administración van a ser considerablemente más pobres y superficiales, y los informes emitidos de mucha menor calidad. Hay que tener en cuenta que estos informes son críticos a la hora de declarar la compatibilidad del proyecto con el medio ambiente.

Es el caso de proyectos eólicos como Aldane, situado en el borde del Parque Natural Urbasa Andía, o los de Templarios y Sierra de Tabar, situados en el rico entorno de las Sierras de Alaitz e Izko. En estos y otros proyectos parece que va a ser de gran importancia el informe emitido por el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, por el que ha calificado como de “desfavorable” su Declaración de Impacto Ambiental. Sin embargo, en una situación en la que el tiempo para realizar este análisis se recortará a la mitad, tal y como señala el nuevo decreto, estos estudios no alcanzarán la misma profundidad y podrían pasar por alto aspectos cruciales de los impactos ambientales.

Si lo señalado anteriormente es grave, aún lo es más la falta de coherencia entre las medidas recogidas por el decreto y los aspectos que se quieren proteger. En la exposición de motivos del decreto se invoca la necesaria transición ecológica y el hecho de que ésta se vea aún más necesaria ante la gran cantidad de combustibles fósiles que compramos a los países contendientes en la guerra. Sin embargo, está sobradamente probado que las energías renovables aportan muy poca solución al problema que tiene la humanidad con la energía fósil y el cambio climático.

Sin ir mas lejos, en Navarra las energías fósiles supusieron el 78,2% del consumo energético de 2020, según los datos del último balance energético del Gobierno de Navarra. Si tenemos en cuenta que las energías renovables se producen principalmente en forma de electricidad, y que esta es solamente el 21,5% del consumo energético de Navarra, vemos como tenemos un grave problema para transformar la gran cantidad de energía que consumimos de fuentes fósiles a renovables. Así, desde el mundo científico que analiza estas cuestiones ya nos advierten que con las energías renovables solo se podría llegar a cubrir entre un 30 y un 40% del total de la energía que consumimos hoy día.

Se hace necesario, por lo tanto, iniciar un camino ordenado hacia la disminución del consumo energético que realizamos en Navarra, tal y como ya analizamos en nuestro informe “El nuevo boom de las energías renovables en Navarra. Situación, impactos y propuestas alternativas”. Las razones medioambientales y sociales son claras: los límites físicos del planeta, la superación del pico de extracción de combustibles fósiles y otros materiales, la contaminación de los ecosistemas y de la atmósfera con sus emisiones de CO2, la alteración del clima, las guerras económicas, las desigualdades… Todo ello nos lleva a la necesidad de la urgente transformación de los modelos de producción, consumo y propiedad. Y en ese escenario, las energías renovables deberán cumplir su papel, pero no a costa de profundizar en la destrucción de los ecosistemas y de los territorios locales.

En Navarra, a 26 de abril de 2022.

Fundación Sustrai Erakuntza

 

XIV marcha ciclista contra la guerra, el gasto militar y las fábricas de armas vascas en Bilbo

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Diversos colectivos antimilitaristas, ecologistas e internacionalistas hemos presentado esta mañana la “Decimocuarta Marcha Ciclista contra la Guerra, el Gasto y la Industria Militar” ante el Palacio Foral de la Diputación de Bizkaia, lugar desde el que partirá, el próximo sábado 23 de abril a las 11 horas, un pelotón que se concentrará frente a las filiales de las empresas colaboradoras con la fábricas de armas más importantes del Gran Bilbao: ITP Aero de Barakaldo (antigua Precicast PCB) y SENER, ubicada en Getxo y donde se ubicará la meta de la marcha.

Los objetivos principales de esta marcha son denunciar la cada vez mayor implicación institucional con las empresas vascas de este sector frente a los recortes en sanidad, pensiones, políticas de igualdad, prestaciones sociales y en las posibilidades de acceso a una vivienda digna que ha agravado la pandemia de la covid-19 y el actual incremento del coste de la vida.

En la presentación de la misma  hemos exigido la conversión de la producción armamentística a civil y que se ponga fin al gasto militar. Asi como hemos denunciado que el gobierno de Pedro Sánchez ha decidido aumentar en 6.500 millones el ya de por sí desorbitado gasto militar, que este año alcanzaba ya cifras récord: 22.000 millones de euros. Además, ha decido destinar 10.000 millones de euros en cazas, misiles, submarinos y buques de guerra:  tanques Leopard y Pizarro, cazas Eurofighter y F35 y avión de combate F2000, submarinos clase S-80, helicópteros de ataque Tigre, NH-90 y Chinook CH47,  avión de transporte militar A400, fragatas F-100 y F-110, misiles Meteor, Harpon y Taurus, etc.

Según datos del Ministerio de Defensa, son un centenar las empresas vascas que producen para la industria militar y Euskadi factura anualmente 750 millones de euros a través de la misma, lo que la convierte en la tercera comunidad autónoma que más factura del Estado, solo por detrás de Madrid y Andalucía.

El 80% de la producción militar vasca se destina a países como Arabia Saudita, principal cliente del estado en este sector, que utiliza estas armas contra el pueblo yemení, o es vendida a Ministerios de Defensa y Fuerzas Armadas de España, Estados Unidos, México, Brasil, Arabia Saudí, Marruecos e Israel, obteniendo unos beneficios cercanos a los 150 millones de euros.

Prueba de la cada vez mayor implicación institucional con la industria militar es que el Gobierno Vasco subvenciona, vía presupuestos, con 100 millones a la industria de la guerra vasca. Fábricas de armas, principalmente ligada al sector aeronáutico, como es el caso de ITP Aero que cuenta con una filial en Barakaldo dedicada a la fabricación de componentes para el avión de transporte militar Airbus A400M y para el Avión de Combate Europeo.

ITP Aero reconoce que el negocio militar representa ya un 29% de su negocio total debido a la participación en el Avión de Combate Europeo Eurofighter y al mantenimiento de las aeronaves del Ejército del Aire, cuyo contrato asciende a 111,5 millones de euros.

SENER, por otra parte, es una empresa líder a nivel europeo en “Sistemas de Actuación y Control (SAC)” y en aplicaciones de “Inteligencia, Vigilancia, Reconocimiento y Sistemas Integrados” para los misiles TAURUS KEPD 350, IRIS-T, RBS 70 NG, METEOR y NSM. Asimismo, colabora a través del programa “VULCAN” con la empresa de armamento israelí “Israel Aircraft Industries LTD” para el diseño de nuevos materiales aeronáuticos.

En definitiva, a través de esta “Bizi Martxa” se exigirá acabar con el despilfarro de recursos que supone el gasto militar y demandar la conversión de la industria militar en civil, tal y como Orbea lo hizo en un pasado cercano; la empresa que en su día se dedicó a la fabricación de pistolas, revólveres y todo tipo de armas cortas que segaron vidas, actualmente fabrica bicicletas, fomentando un estilo de vida saludable y amigable con el medio ambiente.

 ASKAPENA, EGUZKI, EKOLOGISTAK MARTXAN, KAKITZAT, KEM-MOC, KOMITE INTERNAZIONALISTAK, LA GUERRA EMPIEZA AQUÍ y ONGI ETORRI ERREFUXIATUAK

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