Parte de los residuos denunciados por Eguzki en el Urola a su paso por Azkoitia.

Si dejamos atrás la rotonda que da acceso a la variante de la carretera GI-2634, al Maxi Eroski o al mismo pueblo y nos adentramos en el paseo junto a la carretera que comunica Azkoitia con Loiola, a 700 metros, en su margen derecha, veremos los vertidos. En pocos metros tenemos distintos puntos donde se han vertido este tipo de residuos. Vídeo: Vertidos de residuos plásticos agrícolas en Azkoitia. – YouTube

Son plásticos negros y blancos que pueden tener varios usos, como cubrir el suelo, con objeto de impedir que las semillas de las malas hierbas reciban luz y germinen o cubrir ciertos materiales, mallas de color verde para sujetar hortalizas y frutas trepadoras que necesiten soporte durante su desarrollo, plásticos negros para encintar los fardos y cuerdas para atar los mismos. También, redes de hierro y alambre (seguramente se usen para delimitar un área) y sacos de tela blancos muy utilizados en el sector agrícola, una placa de uralita (contienen amianto) y algunos ladrillos.

Apenas unos metros río abajo, más residuos.

Sabemos que al ver la foto, lo primero que pensaremos será que esto ha podido ser un simple accidente, pero no es ningún accidente. No es más que el grito de un río maltratado y contaminado que está reclamando medidas de protección y cuidados.

Para comprender mejor qué es lo que se cuece en ellos, Eguzki, denunciará en las próximas semanas ante la Fiscalía el vertido de cientos de trozos de uralitas (contienen elementos tóxicos) al río, en este caso en el pueblo de Zestoa.

Si dedicamos un poco de tiempo y observamos la cuenca del río Urola, desde el pueblo de Legazpi hasta su desembocadura, en la mayoría de las riberas donde tenemos vegetación (arboles, arbustos, plantas, zarzas), iremos cayendo en la cuenta de que están impregnados de este tipo de residuos, en su mayoría de los plásticos negros y blancos. 9 de cada 10 tiene un denominador común: se vierten directamente al río y regatas en los propios municipios donde transcurre el Urola y, en su mayoría, se van esparciendo por todo el sistema fluvial gracias a la corriente. Los tenemos desde un tamaño considerable hasta cortados en pequeñas tiras. Ahora mismo, del río Urola, sus afluentes y regatas podríamos extraer ingentes cantidades de ellos. Puede que a alguien le parezca exagerada nuestra aseveración, pero, si bajamos al río y recorremos simplemente un kilómetro mirando detenidamente las dos márgenes, comprobaremos que no. Esto sucede porque este tipo de vertidos son muy frecuentes y, como ya hemos dicho, pasa en todos los pueblos. Y si lo hacen es porque han aprendido que pueden hacerlo.

El drama de estos atropellos al medio ambiente no acaba aquí, sino en el mar. Queremos advertir que a día de hoy la contaminación por residuos plásticos en nuestras costas ya es una realidad. Como muestra.

Para la mayoría de las personas que conformamos esta sociedad, los ríos-basurero no son nada nuevo, debido a que esto lleva sucediendo desde hace muchos años. Que conste que en ningún momento estamos diciendo que todas las personas que trabajan la tierra muy cerca de estos recursos naturales y generen este tipo residuos los viertan. Igualmente, hay personas que viven con total armonía y respeto hacia estos ecosistemas.

Recientemente denunciamos vertidos ilegales (gran parte de ellos aparatos electrónicos) en una canalización en la zona industrial de Ugarte (Oinartxo). Entonces pedimos vigilancia y dijimos: “En un principio no sabremos quiénes son los autores de estos vertidos ilegales frecuentes, pero lo importante es que ellos sepan quiénes somos nosotros”. Estos vertidos de origen agrícola nos dan pie a decir esto otro: Cuando se decida empezar a escuchar y mimar a este recurso natural a pie de río, tantos años y de tantas maneras agredido, y que tantos beneficios brinda a las personas y a la naturaleza, nos daremos cuenta de los problemas y, a la vez, de las soluciones, que la mayoría de las veces las vamos a tener delante; como en este caso. Conocer a la gente que se mueve muy cerca de ellos, enseñar a que los residuos no se deben de apilar ni abandonar en zona de servidumbre ni en zona inundable, incluso multar por verter basuras (puesto que es una infracción grave), todo ello, no solo forma parte de la solución, también de la educación. Y esto es, simplemente, lo que estamos pidiendo al Ayuntamiento, la Mancomunidad de Urola Erdia y la Agencia Vasca del Agua cuando desde hace tiempo les pedimos que diseñen y pongan en marcha un plan de actuación que contemple un seguimiento y control del río Urola y las regatas dentro del término municipal de Azkoitia. Pero aún, por desgracia, seguimos sin recibir respuesta. Remarcar que los vertidos llevan ya 20 días en el río.

EGUZKI, diciembre de 2021

Residuos recogidos por Eguzki.

Fue hace unas semanas cuando un matrimonio se dirigió a nosotros en unas de las calles de Azkoitia para advertirnos de los vertidos en el polígono donde pasean habitualmente. Era evidente su indignación por los hechos: ”¿Cómo se puede hacer este tipo de cosas en una regata?”, se preguntaban.

El día 21 de noviembre pudimos verificar que era cierto. Realmente no es una regata, sino una canalización artificial. El día 22 denunciemos los hechos ante la Policía Municipal.

Los vertidos recuperados, entre otros son: calzado, la carcasa de una campana extractora, abundante ropa y aparatos electrónicos, entre estos últimos: un televisor, un aspirador, una fotocopiadora, un reproductor de música y otros que no hemos podido identificar al estar rotos en pedazos. Una semana después acudimos a lugar. Los residuos extraídos habían sido retirados, (imaginamos que por la brigada del Ayuntamiento). A 30 metros regata abajo había un microondas de color blanco partido en dos y, a 50 metros, una carcasa de un televisor de gran tamaño del mismo color. No sabemos si fue un descuido por nuestra parte al no percatarnos de ello el primer día o fueron arrojadas con posterioridad.

Mientras retirábamos los vertidos pudimos observar como varios vehículos se dieron la vuelta antes de llegar a la altura de donde nos encontrábamos. Nunca vamos a saber con qué intención venían, pueden ser muchas; por supuesto. Lo que sí sabemos con certeza es que hay “personas” que vienen hasta la parte casi más alta de un polígono a tirar lo que para ellos ya no tiene valor alguno. Lo que queremos decir, (y estos nuevos vertidos, que ya son muchos, y que no van a ser los últimos, así lo confirman), es que cuando nuestras instituciones, que para eso están, que no son otras que la Agencia Ura, Mancomunidad del Medio Urola y el Ayuntamiento de Azkoitia empiecen a hacer su trabajo, (pues todos ellos tienen competencias ante las infracciones graves que se cometen en los sistemas fluviales constantemente) y diseñen un plan de actuación donde contemple un seguimiento al río y regatas. Tarde o temprano se cruzaran con estos delincuentes medioambientales. En un principio no sabremos quienes son, pero lo importante es que ellos sepan quienes somos nosotros, y que no vamos expresamente a sacarles sus basuras, sino a dar con los responsables. ¡Ahí es cuando empezarán a cambiar las cosas!

El problema añadido de los vertidos en nuestros ríos y regatas es la fuerza de sus aguas. En este caso, al ser una canalización estrecha, y eso hace que el caudal no coja mucha fuerza, diríamos que aunque estos residuos no los hubiésemos retirado, después de las copiosas lluvias de los últimos días, no hubieran sido arrastradas. Esta vez hemos tenido”suerte” de que no las hayan vertido directamente al Urola. Pero eso no quiere decir que el río Urola a su paso por Azkoitia, una vez más, no se haya convertido en una cañería después de las últimas lluvias, arrastrando basuras a unas costas, que hace tiempo nos lo llevan advirtiendo; contaminadas con millones de kilos de basuras.

Claro ejemplo de ello lo hemos presenciado a menos de 300 metros, dejando atrás el polígono dirección Azkoitia. Antes de llegar al primer portal del barrio de Altzibar tenemos un aparcamiento. En unos 40 metros de ribera del rio durante muchas semanas hemos contemplado la presencia de 2 bolsas de basura, una caja de poliespán y un paraguas, entre otros residuos.

Hoy parte de los vertidos, otros no, siguen estando en el mismo lugar, pero no porque el caudal del río no haya alcanzado los residuos después de las lluvias, sino porque han quedado atrapadas entre la vegetación. Llama poderosamente la atención que esto suceda cuando para este año el Consistorio destinó una partida de 15000 euros para la retirada de los residuos de los sistemas fluviales.

Queremos incidir que este tipo de agresiones que sufren los ríos son muy habituales, y la causante no tiene su base en una falta de conciencia. Se vierten de una manera muy consciente en la mayoría de los casos. Se hace con maldad y supone un desprecio a todo el pueblo de Azkoitia.

Esperemos que la denuncia de este matrimonio y su indignación sirvan para algo.

Eguzki, diciembre de 2021